Vivimos más que antes, sí, pero en opinión del doctor José María Ordovás, catedrático en Nutrición y Genética, «la realidad es que en los años de vida no solamente es importante su cantidad sino su calidad, y es en este último aspecto donde tenemos que poner el énfasis hoy en día».

¿Cómo gestionar estos años de madurez? ¿Podemos hacer algo para mejorar las perspectivas y dotarlos de calidad? La respuesta es que sí. Por supuesto, no existen fórmulas mágicas, pero, como apunta Ordovás, hay algunos factores que se repiten en todas las llamadas zonas azules; es decir, en los distintos lugares del mundo donde hay sociedades centenarias. Entre estos factores encontramos la actividad física regular, la reducción del estrés, tener un motivo para vivir, consumir alimentos locales y de temporada en cantidades moderadas, además de tener una vida social activa y unos vínculos familiares fuertes.

La actividad física es imprescindible. No consiste en correr un maratón, jugar al fútbol o practicar aeróbic si nunca lo hemos hecho, sino de mantener el cuerpo en movimiento. Hay muchas maneras de lograrlo: desde subir escaleras, hacer las tareas domésticas, ir andando a hacer la compra o salir a dar paseos (ya sea a pie o en bicicleta), hasta apuntarse a un centro deportivo para hacer natación, yoga o pilates o practicar deportes de mayor intensidad. El abanico es muy amplio. Lo importante es mantenerse activo y consumir energía (calorías) con la actividad que se elija realizar.

Beneficios físicos:

Beneficios psicológicos: 

Beneficios sociales:

Tipo de actividad y frecuencia recomendada

Los expertos recomiendan elegir el tipo de ejercicio de acuerdo a nuestros intereses y necesidades personales. «Es importante que elijas actividades que te gusten, ya que siempre será más fácil mantenerlas durante un tiempo prolongado. No debes considerar la práctica de actividad física como un castigo, sino como placer«, enfatizan. Para conseguirlo, debemos tener en cuenta estos aspectos:

¿Con qué frecuencia deberíamos practicar ejercicio físico? La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que, al menos, dediquemos 150 minutos semanales de actividad física moderada (por ejemplo, andar o usar una bicicleta estática), o 75 minutos semanales de actividad física intensa (como aumentar la velocidad en una cinta de correr, acudir a clases de aquagym, aquaerobic o gimnasia de mantenimiento, ir a sesiones de baile, etc.) o una combinación equivalente entre ambas.

A su vez, es conveniente fortalecer los músculos un par de veces a la semana (por ejemplo, apretar y soltar una pelota blanda con las manos, levantar y bajar los brazos, flexionar y estirar el codo, levantarse y sentarse en una silla, levantar las piernas hacia los lados, etc.). Por otro lado, las personas con problemas de movilidad deberían practicar actividad física para mejorar su equilibrio y prevenir caídas por lo menos tres días a la semana, dentro de tus posibilidades. La clave está en hacer algo que nos resulte placentero y nos haga sentir bien, al tiempo que mejora nuestro estado de salud.

 

 

Fuente: Consumers Eroski

 

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