Las lentes de tus gafas de sol deben actuar siempre como filtro ante la luz y sus posibles reflejos. Según su intensidad, se clasifican en grados, que determinan sus usos y limitaciones, pero no su protección contra los rayos UV; las gafas de categoría superior son simplemente más oscuras, pero protegen lo mismo.

 

El peligro de las gafas falsas

Sin gafas de sol, los rayos UV llegan al ojo. La pupila está más cerrada, lo que hace que llegue una menor cantidad de estos rayos.
Con unas gafas sin homologar, los rayos UV llegan al ojo. La córnea está más abierta que si no lleváramos gafas, por lo que recibe una mayor cantidad de rayos UV y el daño es mayor.
Las gafas homologadas ofrecen una protección total contra los rayos UV. Estos rayos rebotan en el cristal y no llegan al ojo.

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