Si se permiten las malas prácticas se convierten en hábitos, los hábitos en costumbres y hasta podrían ser determinantes en nuestras formas de vida, pero llega el momento en que no se pueden mantener porque estamos haciendo daño a alguien; y es cuando el dominicano llega a la conclusión de que “ponemos candados” después que nos han robado.
La trágica muerte de la doctora Carolina de la Cruz, ocurrida en un lamentable accidente, en una vivienda donde el árbol de Navidad le cayó encima, provocándole quemaduras en el cien por ciento de su cuerpo, nos hizo recordar el esfuerzo que realizamos desde PROCONSUMIDOR para que se regulará la internación de los conductores y luces navideñas.
En el mercado libre la regulación de las autoridades se ve como un obstáculo al comercio, porque las reglas del mercado están basadas en la libertad del ejercicio de la oferta y la demanda dejando a la administración muy poco espacio para intervenir.
Sin embargo, la protección de los ciudadanos por parte de la administración es indelegable cuando de ella depende la seguridad que debe garantizar la administración por mandato constitucional.
En el año 2013 nos tocó conocer en Costa Rica el funcionamiento de los conductores eléctricos. En toda la región se habían producido incendios en muchos hogares justo en la época de Navidad porque las “luminarias” y los conductores para su encendido venían con defectos de fabricación.
En nuestro país también ese año ocurrieron numerosos incendios y debimos celebrar reuniones con los distribuidores en el mercado local, encontrándonos con la sorpresa de que había numerosas ofertas de conductores falsificados que no reunían las condiciones mínimas de seguridad.
En el evento al que asistimos en Costa Rica aprendimos que los conductores, además del grosor del cobre, deben contener una cobertura de un plástico especial para impedir la propagación de incendio y la contaminación por los gases que fluyen en la combustión.
Los expertos explicaron que a veces en un incendio las personas mueren no por quemaduras sino por asfixias generadas por la descomposición del plástico que cubre el hilo conductor de la corriente.
Descubierta esta situación por los fabricantes surgieron nuevas normas en la elaboración de los conductores eléctricos con miras a una seguridad mayor, tanto para que un árbol de Navidad no provoque un incendio como para que los daños no lleven a la muerte.
Sería de mucha importancia que los peritos determinarán la calidad de los conductores eléctricos del árbol de Navidad que le quitó la vida a la doctora Carolina de la Cruz, porque alguien es culpable indirecto de esa muerte, si se determina que eran de origen “carabelita” los conductores de las bombillas del referido árbol asesino.
También será beneficioso para la seguridad y la salud de todos que las autoridades realicen una gran inspección del mercado para que sean retirados todos los conductores eléctricos que no cumplan con las normas internacionales de producción.
Es muy importante que los consumidores y usuarios manejen la información sobre las normas de producción de los conductores eléctricos, que el INDOCAL ofrezca información sobre las especificaciones para que los constructores y los dueños de las viviendas conozcan las especificaciones y evitar así posibles accidentes en sus viviendas.
En Costa Rica el Colegio de Ingenieros asiste al gobierno en las normas que se deben regir en las construcciones de viviendas, los insumos para garantizar la seguridad de las mismas, y los materiales eléctricos deben cumplir con los estándares internacionales más elevados para asegurar la calidad y la seguridad de los usuarios.
Por Altagracia Paulino