Lactancia materna y lactancia artificial
Las necesidades nutricionales varían notablemente en función de si se opta por la lactancia materna o la lactancia artificial, a través de fórmulas lácteas adaptadas para la edad pediátrica.
También es posible compaginar ambas, pero es conveniente saber que, cuanto mayor sea la frecuencia y cantidad de lactancia materna, más leche produce la madre, ya que existe una retroalimentación positiva.
Todos los organismos que tienen algo que decir sobre salud, sanidad, alimentación o pediatría, recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad. Esto quiere decir que el bebé no necesitaría tomar absolutamente nada más que la propia lactancia a demanda, ni siquiera agua, porque estaría suficiente y correctamente alimentado e hidratado.
Los beneficios de la lactancia materna son múltiples y variados. Entre otros, destacan:
- Perfecta adecuación de la alimentación a las características del niño, tanto en requerimientos como en edad.
- Transmisión, a través del calostro, de inmunoglobulinas que fomentan la inmunización del bebé frente a infecciones.
- Alimentación a demanda con mayor y mejor control por parte del bebé de las sensaciones de hambre y saciedad.
- Máxima higiene y seguridad alimentaria en la producción, preparación y toma láctea.
- Fomento del vínculo afectivo madre-hijo.
- Disminución del sangrado por parte de la madre.
- Mejor control del peso de la madre y reducción progresiva del mismo.
Sin embargo, puede haber múltiples razones para optar por la lactancia artificial.
Fuente: WebConsultas