Los peligros de los productos de higiene femenina que toda mujer tiene que saber

Los peligros de los productos de higiene femenina que toda mujer tiene que saber

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Muchas mujeres han oído hablar del síndrome de shock tóxico (SST), una rara infección bacteriana que puede provocar una disminución de la presión arterial (shock) que podría ser mortal y dañar los órganos, asimismo, la mayoría de las personas lo relacionan con el uso de tampones, sobre todo, variedades súper absorbentes que no se retiran por largos periodos.

De hecho, la mayoría de las cajas de tampones contienen una advertencia sobre el SST, lo que hace que muchas personas piensen, erróneamente, que los tampones son la causa de esta enfermedad.

En cambio, y más relevante, los riesgos para la salud relacionados con los tampones dependen de cómo interactúan con su cuerpo como un todo; su estado de salud corporal, o la falta de ella, puede crear un cúmulo de condiciones para que se desarrolle el SST.

Como se describe en la publicación científica Yale Journal of Biology and Medicine, los tampones son un ejemplo de tecnología biológicamente incompatible, que puede reaccionar ante las bacterias integrantes y los ciclos menstruales de las mujeres «con el fin de crear el ambiente idóneo para que la bacteria Staphylococcus aureus viva y prolifere en algunas mujeres».

Comúnmente, la causa real de SST son las toxinas producidas por la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo) – y esta causa suele exacerbase por el uso de ciertos tipos de tampones.

Por qué las bacterias estafilocócicas y los tampones sintéticos pueden ser una combinación mortal

La bacteria Staphylococcus aureus (S. aureus) se encuentra usualmente en la piel y membranas mucosas, como la vagina.

Por lo general, son inofensivas pero bajo ciertas condiciones pueden ingresar al torrente sanguíneo, liberando así toxinas que incluso pueden volverse mortales. Por ejemplo, el SST puede sobrevenir de una herida infectada o picadura de insecto, y todos los años existen casos tanto en niños como hombres – junto con mujeres en su periodo.

Desde hace décadas se sabe que un número significativo de casos de SST se presentan en mujeres que utilizan tampones, sin embargo, la medicina convencional señala que la razón de la afección todavía se desconoce.

Sin embargo, todo indica que los tampones alteran el curso de esta enfermedad de una manera compleja, la cual inició cuando se introdujeron materiales sintéticos en el mercado de productos para la higiene femenina.

En un ensayo del Yale Journal of Biology and Medicine, Sharra L. Vostral, PhD, quien forma parte del Departamento de Estudios de Género y de la Mujer y Departamento de Historia de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, escribió lo siguiente al respecto:

«El vínculo entre el SST y los tampones no era intuitivo. Los tampones se habían convertido en una tecnología fiable y normalizada en más del 70 % de las rutinas de higiene de las mujeres. Lo que había cambiado eran los materiales, cuya composición pasó del algodón a los materiales sintéticos.

Las empresas solían buscar ingredientes más baratos y el rayón – que se deriva de la pulpa de la madera y es combinado con el algodón – sirvió para ser un material absorbente económico y eficiente en algunos tampones.

A medida que surgió la nueva tecnología de polímeros durante la década de 1960, las empresas comenzaron a añadirle a los tampones un mayor número de materiales sintéticos, como los poliacrilatos. La mayoría de las marcas más importantes utilizan materiales sintéticos en diversos grados…»

Los 3 principales factores que pueden provocar que la S. Aureus se convierta en SST

La bacteria S. aureus es un componente normal en la vagina y, por lo general, es inofensiva. Sin embargo, bajo ciertas condiciones estas bacterias pueden proliferar, desaforadamente, esto libera toxinas que hacen que su cuerpo entre en un shock hipotensivo (una peligrosa caída en la presión arterial), lo que hace que sus órganos dejen de funcionar.

Como resultado, los componentes de los tampones sintéticos, que se les ha añadido una mayor absorbencia, parecen ser particularmente «susceptibles» a la bacteria S. aureus, al igual que otras afecciones en el cuerpo de la mujer durante la menstruación.

Para explicar lo siguiente, Vostral utiliza el ejemplo de la línea de tampones súper absorbente Rely de la marca Procter & Gamble, que se retiró del mercado en 1980 por su relación con el SST (aunque los tampones de esta marca ya no están en el mercado, muchos tampones súper absorbentes fabricados con materiales sintéticos lo siguen estando):

«Los componentes únicos, en lugar de ser inertes como suponían los científicos de Procter & Gamble, poseían lo que yo llamo rasgos reactivos que ponen en movimiento una compleja cadena de eventos que, hasta el día de hoy, pocos comprenden totalmente.

Philip Tierno, un microbiólogo políticamente activo, afirmó en su libro “The Secret Life of Germs” (La vida secreta de los gérmenes) publicado en 2004, que había 3 principales factores que favorecían que la S. aureus se presentase como SST.

Primero fueron los componentes sintéticos que utilizaba la línea Rely, los cuales consistían en cubos de espuma, y el agente gelificante carboximetilcelulosa contenido en una bolsa de poliéster.

En síntesis, la carboximetilcelulosa gelificada actuaba como un agar en una placa de Petri, lo que proporcionaba un medio viscoso sobre el que las bacterias podrían crecer. Junto con esto, los cubos de espuma ofrecieron una mayor área de superficie para la proliferación.

El segundo fue el cambio de pH vaginal durante la menstruación, a alrededor de 7.4. El pH óptimo para que la S. aureus desencadene el STT es 7 o neutro. Cuando la vagina es relativamente ácida y no existe menstruación, tiene un pH de aproximadamente 4.2, lo que mantiene a la S. aureus bajo control.

Asimismo, Tierno formuló la hipótesis de que un tampón introduce dióxido de carbono y oxígeno en la vagina que por lo general es anaeróbica, por consiguiente, los gases ofrecen una abundante fuente alimenticia para la S. aureus.

Finalmente, las toxinas pirogénicas producidas por la S. aureus indujeron fiebre en los humanos.

Esta fiebre de alrededor de 38 grados resultó ser la temperatura perfecta para que la S. aureus se reprodujera y así creara más toxinas mortales. Un factor adicional era la edad de la mujer; muchas mujeres adultas y de edad avanzada habían desarrollado inmunidad a ciertas formas de la S. aureus, mientras que las mujeres jóvenes y adolescentes eran más susceptibles ya que no habían desarrollado una respuesta inmunológica al patógeno.

En ciertos casos, el SST se presentó con leves síntomas similares a los de la gripe, mientras que en otros, las toxinas liberadas literalmente hicieron que la persona entrara en shock».

En resumen, se sospecha que lo siguiente y en conjunto, puede germinar un excelente campo de cultivo para la bacteria S. aureus, lo que aumenta exponencialmente el riesgo de SST:

  • Componentes sintéticos en los tampones, que estimulan el crecimiento bacteriano, junto con la desgasificación del dióxido de carbono y el oxígeno del tampón, lo que proporciona una fuente alimenticia para las bacterias
  • Cambio en el pH vaginal durante la menstruación, la transición de un entorno ácido que mantiene a las bacterias bajo control a un pH más neutral que permite que las bacterias crezcan.
  • Una vez que la bacteria S. aureus libera toxinas, induce fiebre de alrededor de 38 ° C, lo que promueve el crecimiento bacteriano y la producción de más toxinas
  • Las mujeres y adolescentes más jóvenes, que son los usuarios de tampones más frecuentes, también tienen menos probabilidades de haber generado la inmunidad a la S. aureus; muchas mujeres adultas y de edad avanzada ya tienen inmunidad a ciertas formas de la bacteria
  • Es difícil predecir lo que sucederá cuando introduce un material extraño en su cuerpo

Cada vez se comprende mejor que el cuerpo no está aislado del entorno; en realidad es un participante activo. Cada vez que surge una nueva tecnología, ya sea un celular, medicamento, dispositivo médico o incluso algo tan inocuo como un tampón, afecta tanto al complejo y enmarañado funcionamiento del cuerpo, como a las comunidades microbianas que cohabitan en él.

Tal y como explica Vostral:

«Esta visión naturalizada del cuerpo como un imperio no es suficiente para conceptualizar cómo las múltiples formas de vida interactúan con las tecnologías dentro y fuera del mismo. Quizás existan tecnologías que sean fundamentalmente compatibles con el tejido muscular, sin embargo, este no es el caso de las bacterias nativas que viven sin mayor problema en la piel.

Sugiero utilizar la categoría de tecnología biológicamente incompatible para ayudar a interpelar aquellas innovaciones que no son fundamentalmente mortales o dañinas para los humanos, pero que tienen el potencial de producir otros daños biológicos a través de su uso.

Con este acto analítico, me parece que no es suficiente que los científicos y diseñadores consideren exclusivamente al cuerpo humano, sino también una pregunta básica en el diseño de las tecnologías médicas y corporales, «¿cómo interactuará este objeto con los componentes bacterianos?»

En el caso del SST, esta poderosa relación entre la tecnología y la bacteria no solo se pasó por alto (ya que esto implicaría una negligencia deliberada), sino lo que es peor, no se consideró como una posibilidad».

Lo cierto es que algunas mujeres albergan a comunidades de la S. aureus como elementos permanentes en sus vaginas, y como tal, su riesgo de SST puede ser mayor cada vez que utiliza un tampón. La única manera de saberlo con certeza sería someterse un cultivo bacteriano, lo cual no se hace comúnmente.

Además, debido a que las bacterias pueden ser transitorias, se necesitaría realizar estos cultivos en varias ocasiones.

¿Cuál es la conclusión respecto a las opciones de higiene femenina?
El Síndrome de Shock Tóxico no es común, afecta solo a alrededor de 1 a 2 mujeres por 100 000 cada año. No obstante, para aquellas que se ven afectadas, la enfermedad puede ser devastadora, incluso mortal en aproximadamente el 5 % de los casos.

Si como mujer busca las opciones más seguras de higiene femenina, este riesgo puede parecer demasiado, en cuyo caso, evitar los tampones es una estrategia que puede implementar.

Si prefiere la comodidad y el ajuste de los tampones, en lugar de las toallas, debe utilizar exclusivamente los que sean naturales, sin aditamentos sintéticos y hechos con algodón 100 % orgánico, como los que puede encontrar en mi línea de Productos Premium Para la Higiene Femenina.

Estos tampones no solo están hechos de algodón 100 % orgánico e hipoalergénico, sino que además tienen una capa de seguridad especial hecha de algodón para evitar que las fibras permanezcan dentro de su cuerpo (las fibras de viscosa que se desprenden del rayón y la pulpa de celulosa en los tampones pueden contribuir al SST, sobre todo en vista de que los microdesgarros en la pared vaginal a causa de los tampones permiten que las bacterias entren y se acumulen).

Si bien cualquier tampón puede crear un entorno vaginal favorable para el crecimiento de la bacteria Staphylococcus aureus o estreptococos del grupo A (estreptococos), que a veces también está relacionado con el SST, existen otras medidas que puede implementar con el fin de minimizar el riesgo de esta afección potencialmente mortal:

  • Evite los tampones súper absorbentes – elija la tasa de absorción más baja que pueda absorber su flujo
  • Alterne el uso de tampones con toallas sanitarias o protectores durante su período
  • Nunca deje puesto un tampón durante la noche; en su lugar, utilice toallas nocturnas
  • Cambie los tampones al menos cada 4-6 horas
  • Cuando utilice un tampón, tenga mucho cuidado de no rasgar su revestimiento vaginal (evite los aplicadores de plástico)
  • No utilice tampones entre un período menstrual y el otro

Finalmente, no importa qué tipo de productos para la higiene femenina elija, es importante buscar variedades orgánicas y naturales con el fin de evitar la exposición innecesaria a productos químicos y toxinas. Por ejemplo, los productos más comunes para la higiene femenina pueden contener:

  • Dioxina, un tóxico carcinógeno, y productos derivados de la desinfección (DBP, por sus siglas en inglés) como el trihalometano, que están presentes cada vez que se blanquea un producto
  • Ftalatos – Plastificantes químicos que se utilizan en aplicadores de tampones hechos de plástico y para hacer recubrimientos brillantes en aplicadores de cartón
  • Pesticidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos encontrados en algodón no orgánico
  • Recuerde, el tejido vaginal es un área sumamente absorbente, por lo que debe analizar cuidadosamente la posibilidad de optar por productos naturales para la higiene femenina.

Fuente: Mercola

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