La Organización Europea de Consumidores (BEUC, por sus siglas en inglés) junto a las organizaciones de consumidores de 11 países, está llevando a cabo una campaña con el fin de exigir a la Comisión Europea que establezca los perfiles nutricionales de los alimentos y denunciar el retraso en acabar con las alegaciones en alimentos que no tienen un perfil nutricional saludable.
En esta linea, la Organización de Consumidores y Usuarios española (OCU) ha recordado que, según el reglamento aprobado en 2006, las alegaciones nutricionales y de salud no deberían utilizarse si el perfil nutricional del alimento no es adecuado por tener un exceso de determinados nutrientes problemáticos como, por ejemplo, sal, azúcar, grasas saturadas o grasas totales.
Sin embargo, ha criticado que, tras más de 9 años desde la aprobación de este reglamento, los fabricantes siguen teniendo carta blanca para anunciar alegaciones nutricionales y de salud en productos que en realidad son poco saludables.
“Así, muchas marcas siguen destacando en letra grande lo anecdótico del alimento (por ejemplo, que lleva calcio) y relegando lo importante a la etiqueta trasera del producto (que contiene elevadas cantidades de azúcar, por ejemplo). Este tipo de etiquetado enmascara la realidad nutricional del producto con mensajes saludables e induce a confusión al consumidor”, recalcó la OCU.
A su juicio, solo los productos saludables merecen un reclamo en la etiqueta, y para ello, ha exigido disponer de perfiles nutricionales en los productos para evitar el recurso sistemático a alegaciones saludables o de nutrición que confunden al consumidor.
Del mismo modo, la OCU ha cuestionado por qué a pesar de que esos perfiles nutricionales ya están definidos desde hace casi diez años, las autoridades comunitarias aún no hayan aprobado una normativa que tenga efectos legales y sea “denunciable y sancionable” para aquellas empresas que la ignoren.
“La desidia de la UE en este ámbito hace que se traicione de forma sencilla el espíritu del reglamento y permite que se inunde el mercado de etiquetas que enmascaran la verdadera calidad nutricional de los alimentos. Mientras la normativa es aprobada, recomendamos no dejarse impresionar por mensajes aparentemente saludables o nutritivos y leer la información nutricional del producto, habitualmente mostrada en letra pequeña y en el reverso del envase”, afirmaron.
Fuente: CONADECUS