Lo responsable y lo sostenible: conceptos que comprometen el futuro de la humanidad

Comparte este artículo

Por: Altagracia Paulino

 

Desde el 2010, que entró en vigencia la norma ISO 26000 de Responsabilidad Social, Corporativa y Empresarial, las empresas globales la han asumido como una sumatoria en su quehacer frente a los ciudadanos y a sus clientes.

El fervor con que fue recibida fue algo esperado para implementar sistemas de gestión y mejoría en los servicios que ofrecen, cada una en su localidad, y atendiendo a valores locales y culturales han emprendido iniciativas en ese sentido.

Una empresa o institución responsable, sea pública o privada, debe primero cumplir con el marco jurídico donde opera, ya sea con las leyes generales y las normas particulares emanadas de la administración local de la enmarcación que le corresponda.

Una empresa responsable debe promover entre sus integrantes los valores de la honestidad, el respeto mutuo, y por el entorno interno y externo del lugar donde opera debe promover el liderazgo efectivo entre sus integrantes, respetar la dignidad, el escalafón y reconocer los méritos de su principal activo: los colaboradores que hacen posible la creación de riquezas en las empresas y el respeto por las instituciones sean públicas o privadas.

Una empresa o institución responsable debe tomar muy en cuenta a los vecinos del entorno, que son los primeros que acuden en ayuda en caso de una emergencia; no es una obligación, pero sí una decisión inteligente considerarlos como aliados.

Esta forma de relación con la comunidad cercana, además de aportar empleos, abarata el costo de la vida de los colaboradores, que no tendrán que desplazarse desde largas distancias y gastar combustibles. Además, están cerca de sus familias y se crearía un círculo virtuoso de cooperación que permitiría hacer sostenible no solo la relación laboral, sino que proporcionaría el crecimiento de la empresa o la institución de que se trate.

La empresa responsable respeta sus marcas, mejora sus servicios y contribuye con la calidad de lo que ofrece a sus consumidores.

La Responsabilidad Social como norma conduce de manera muy efectiva a la sostenibilidad, y ser sostenible significa realizar actividades de la misma forma o parecida por un tiempo indefinido, de tal manera que trascienda y quede como legado a las generaciones por venir.

La sostenibilidad comprende tres aspectos fundamentales: el medio ambiental, donde la actividad que se realiza debe minimizar cualquier daño a la flora, la fauna, agua, suelos, uso de energía y beneficia al ambiente de forma positiva mediante su protección y conservación; social y cultual, la actividad no debe perjudicar y por el contrario puede revitalizar la actividad social y cultural de la comunidad donde se ubica, y el aspecto económico, que debe contribuir con el bienestar económico de la comunidad. Una empresa sostenible debe beneficiar a sus dueños, a sus empleados y a sus vecinos.

Una empresa sustentable tiene también la responsabilidad de garantizar el suministro de los bienes y servicios que ofrece y trascender de manera indefinida, asegurando la vida de sus dueños, sus descendientes y de los clientes del presente y del porvenir.

Suscríbete a nuestro boletín de noticias

Mantente informado de nuestras últimas noticias

Más artículos

Entradas blog

Sé un turista responsable en Semana Santa… Y siempre”

Tú puedes hacer turismo, disfrutar, mejorar la calidad de vida, cuidar tu salud y el bienestar de todo lo que te rodea, RESPETANDO, y así contribuir con la aspiración de una sociedad más justa y equitativa.