ALTAGRACIA PAULINO
El 14 de marzo fue la ultima vez que fui al “salón de belleza”. Ese día había varias integrantes del grupo de mujeres en riesgos de contraer el virus por la edad. Todas apresuradas porque los hijos no querían que estuviéramos expuestas en un lugar cerrado. Recuerdo a la manicurista decirmeque debía “hacerme las manos y los pies, la peluquera que tenía que teñirme el pelo”, pero ante la premura le dije que dejáramos todo parala próxima semana; y ya ven.
Es que pensábamos que el mal era cuestión de dos o tres semanas, no una eternidad como ha sido, por lo que nos paralizamos mientras el tiempo siguió corriendo. Nos perdimos la Semana Santa, el día del trabajo, el de las madres, el Jueves de Corpus y otros días mas de los tantos dedicados a recordar asuntos tan relevantes como el día del Agua, día de la Tierra, del Medio Ambiente, de los Océanos, de la inocuidad de los alimentos el 7 de junio pasado, entre otros.
Es por la celebración de ese día que nos enteramos, mediante un taller por la plataforma Zoom, que ha posibilitado la visibilidad de los humanos en el encierro de las amenazas de los sectores más vulnerables debido a los efectos del COVID 19.
El taller virtual, organizado por varios organismos internacionales, como la OPS, la OMS, la FAO y Consumers International, nos permitió conocer desde las perspectivas de los consumidores la situación de la región del planeta de la que formamos parte.
Conforme a lo expuesto, sin inocuidad el COVID-19 impactará a la producción, y se destaca que existe en la región de América Latina y el Caribe más oferta que demanda en el renglón de los alimentos, ante lo cual se plantea mejorar la inocuidad para permitir la asequibilidad, evitar la volatilidad en los precios y acceso a los mercados.
Danilo Pérez expuso que antes de la pandemia,188 millones de personas se encontraba en inseguridad alimentaria, por lo queen este 2020 el número de pobres subirá de 186 a 214 millones de personas y la pobreza extrema podría aumentar de 67,5 a 83,4 millones.
Respecto al desempleo, ubicado 8,1 millones a nivel regional, podría llegar a una tasa de 11,5 respecto al año pasado.
Lo que pasa en América Latina y El Caribe nos importa y nos impacta a la vez. Más de un millónde trabajadores fueron suspendidos de sus labores y solo han sido reintegrados 241,808, equivalente al 22 por ciento, según las centrales sindicales.
Se presume que 900 mil trabajadores podrían quedar sin sus empleos, muchos de ellos por rebasar la edad de 60 años. Todos con familias cuyo futuro inmediato es incierto y que no habían sido definitivamente cancelados porque el gobierno implementó un programa de dos meses para garantizar los ingresos de los asalariados y mantener a las empresas funcionando.
Igual que en el resto de la región hay mas oferta de productos alimenticios que demanda de ellos, por la reducción de los ingresos de las personas y en el caso nuestro por la paralización del turismo.Los turistas consumen gran parte de la oferta de alimentos que produce el país.
A propósito, en el sector del turismo 350 mil trabajadores fueron suspendidos. Se espera que a partir del primero de julio se abran los aeropuertos y se reinicie la bienvenida a los turistas.
El presente es siniestro, el futuro inmediato incierto, es ganancia todavía estar con vida y esaes la fuerza con que debemos impulsar el porvenir.
