Veinte años después de la adopción, en 1997, de la Recomendación relativa a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior, la UNESCO reunirá a docentes, formadores, políticos, expertos e investigadores de diferentes regiones del mundo para examinar el estado de la enseñanza superior.
La conferencia hará un balance de la enseñanza superior y se articulará en torno a dos mesas redondas, una dedicada a los desafios de la libertad de enseñanza y la autonomía de los centros educativos (11h15-12h30) y la segunda a las respuestas de la enseñanza superior frente a las nuevas exigencias en materia de cualidad, inclusión y equidad (14h-16h30).
Este año, el tema del Día Mundial de los Docentes, que se celebra en todo el mundo desde 1994, es “Enseñar con autonomía empodera a los docentes”. Las Naciones Unidas definieron la formación de los docentes como una de las prioridades de su Objetivo de Desarrollo Sostenible relativo a la educación (ODS nº 4).
Ello supone que los docentes deben gozar de autonomía profesional, de libertad y de instrumentos que le permitan garantizar una educación de calidad que tenga en cuenta el contexto, las necesidades y las expectativas de los alumnos.
Sin embargo, las situaciones de urgencia, los conflictos, la inseguridad y el aumento de la intolerancia y las discriminaciones o, en otros contextos, los recortes presupuestarios en investigación y en formación que afectan a numerosos docentes en el mundo ponen en tela de juicio esa libertad.
La comunidad internacional se comprometió a alcanzar la educación universal primaria y secundaria de aquí a 2030. Para lograrlo, según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, deberán contratarse a nivel mundial 68,8 millones de docentes de primaria y secundaria hasta esa fecha.
Fuente: UNESCO