El tránsito es un desorden que puede ser resuelto en parte con medidas sencillas

Comparte este artículo

Por: ALTAGRACIA PAULINO

Nosotros, los simples mortales que tenemos que andar por la ciudad, a veces en las peores horas del día y de la noche, entendemos que para solucionar el problema del tránsito no se necesita de un estudio de la NASA, ni de ningún organismo experto internacional; si del sentido común y la determinación de que los vicios que han impuesto algunos malos ciudadanos no sigan siendo una regla. Somos el primer país en las estadísticas internacionales donde más muertes por accidentes de tránsito se producen, lo que es un mal indicador para el renglón más importante de la economía, que es el Turismo.

Cuando se habla del problema, porque de verdad que el tránsito es un verdadero problema nacional, todo el mundo tiene una propuesta y respuesta: la educación de las personas, la planificación, el cumplimiento de la ley, entre otras recetas que no dejan de ser válidas.

En toda la ciudad y en el interior, observamos que hay soluciones sencillas que pudieran aplicarse para aliviar el caos, porque de verdad que estamos en medio de un caos que tiene como explicación las consideraciones de todos los que opinan al respecto.

Para reducir las muertes en las carreteras y autopistas, hay que obligar a los vehículos pesados a transitar por la derecha, es muy simple aplicar la ley en ese sentido; no se necesita de patrullas especiales. Con uno o dos helicópteros, o con drones, ya los patanistas y conductores de vehículos pesados anduvieran por la “derecha”, de lo contrario, debería quitárseles las licencias de conducir.

Los vehículos pesados son bastante identificables, todos están rotulados con el nombre de la empresa a la que sirven. No es un asunto de cobrar multas, se trata de que sean culpables de muertes en las carreteras. No hay día que pase sin que en la Autopista Duarte haya un camión volteado en medio de la pista, lo mismo ocurre en las carreteras del Sur y del Este del país.

En la ciudad, simplemente se debe cumplir con lo que dice la ley, ¿cómo es posible que los tapones se “armen” porque a alguien se le ocurrió bloquear la calle perpendicular a cualquier avenida o que en una pequeña calle se permita el estacionamiento paralelo dejándole a los demás un espacio donde es casi imposible moverse?

En el Distrito Nacional tenemos además un túnel de lujo: el de la Ortega y Gasset. Para acceder al mismo hay que tomar la avenida Gustavo Mejía Ricart, donde se arma un gran embotellamiento. En determinadas horas, por ese túnel no anda nadie porque limitaron el acceso al mismo, de modo que si usted viene de la 27 de febrero de Oeste a Este, debe dar una gran vuelta para poder entrar a ese túnel.

Las personas residentes en la cercanía están obligadas a ingresar al “tapón” de la Gustavo, para poder entrar al túnel por la Gasset. Pienso que debe replantearse el tránsito en esa zona y darle utilidad al túnel, que al parecer lo hicieron solo para ir a la UASD. Otras medidas simples marcarían la diferencia, solo hay que tener determinación para hacer cumplir la ley; y sé por experiencia que eso es posible.

Suscríbete a nuestro boletín de noticias

Mantente informado de nuestras últimas noticias

Más artículos

Alertas de consumo

Chucherías picantes: ¿pueden perjudicar la salud de la población infantil?

Las chucherías picantes, con sabores dulces o salados, se van abriendo paso en los quioscos desde hace unos años y cada vez tienen más aceptación entre la población infantil. Esto es motivo de preocupación para madres, padres y otros adultos con menores a su cargo, que se preguntan si estos productos pueden afectar negativamente a la salud. ¿La comida picante es perjudicial para los niños? ¿Deberían evitarla? Si es así, ¿hasta qué edad?

Entradas blog

ONPECO PROTESTA CONTRA EL ALZA DEL PRECIO DEL AGUA 

El Observatorio Nacional Para la Protección del Consumidor (ONPECO) ha expresado su firme rechazo ante el considerable aumento en el precio del botellón de agua, tachándolo de abusivo y criticando la aparente indiferencia de las autoridades frente a esta situación que afecta profundamente a la economía de los consumidores, particularmente a los de sectores más desfavorecidos.