Reglas de oro para tomar el sol sin riesgos
Además de utilizar cantidades adecuadas de protector solar (y de renovar su presencia en nuestra piel), hay otras cosas que debemos tener en cuenta; entre ellas, en el atracón solar inicial, esa sobreexposición a la que muchos nos sometemos cuando por fin empieza el verano. Al respecto, Natalia Ribé comenta que «las primeras exposiciones directas no deben sobrepasar los 15 minutos. Se debe aumentar el tiempo gradualmente y siempre con un FPS (factor de protección solar) mínimo de 30».
Otra regla es saber escoger el momento. «Hay que evitar la exposición entre las 14:00 y las 18:00 horas», indica la especialista. Es conveniente utilizar gafas de sol, sombreros de ala ancha y ropa de algodón, beber mucha agua (nunca alcohol) y descansar bajo sombrillas o a la sombra de un árbol, cuyas ramas tienen un FPS 15. Esto es muy importante, ya que la mayor parte de la población (el 95 %) ya ha agotado lo que se conoce como su «capital solar»; es decir, el número de horas de exposición a los rayos ultravioletas que el organismo puede soportar.
La importancia de lo que comes para tu piel
La dieta puede ayudar a conseguir un dorado saludable. Los ácidos grasos esenciales presentes sobre todo en el pescado azul (salmón, atún, sardinas…) restauran la barrera cutánea y tienen efecto antiinflamatorio. ¿Vitaminas? La C de los cítricos, la E del aceite de oliva y del aguacate y las del grupo B ayudan a neutralizar los radicales libres y están presentes en albaricoques, melocotones, zanahorias y tomate. ¿Bebidas? Té verde, zumos naturales y el gazpacho, un cóctel de betacarotenos.
Ocho alimentos para una piel sana y protegida
¿Más ayuda? La nutricosmética solar, una píldora que aumenta las defensas de la piel y contribuye a conseguir un bronceado más uniforme y sano. Eso sí, conviene empezar con ellas un mes antes de las primeras exposiciones.
Fuente: Eroski Consumer