Cómo pagar tus compras online con seguridad durante el Black Friday

Comparte este artículo

El próximo 29 de noviembre se celebra el Black Friday. En esta fecha tiendas y comercios sacan ofertas con grandes descuentos y se da el pistoletazo de salida a la temporada de compras navideñas. Como consumidores, aprovechar estos chollos constituye una buena forma de ahorrar, pero es importante hacerlo con cabeza, sobre todo si adquirimos con nuestras tarjetas bancarias a través de Internet, ya que durante esta época aumentan los intentos de fraude en las compras online. Para evitar malas sorpresas, hay pequeños trucos que podemos seguir. Te los contamos aquí.

 

Comprar solo en páginas web seguras y que conozcamos

Es la regla de oro al adquirir por Internet. Existen muchos grandes almacenes, tiendas de ropa o de tecnología que permiten compras online. Recurrir a estos establecimientos virtuales es una buena forma de hacernos con lo que queremos consiguiendo las ofertas del Black Friday, pero sin tener que hacer colas interminables en la tienda física.

No obstante, debemos tener cuidado con las copias de páginas web y su seguridad. La manera más fácil de comprobarlo es verificar que estamos en la página web oficial de la tienda que nos interese. ¿Cómo? Revisando que la URL es coherente con el establecimiento y mirando sus términos y condiciones. Siempre debemos acudir a las tiendas oficiales y no a intermediarios, ya que es en estos últimos donde se efectúan muchos de los engaños.

Además, también debemos comprobar que la página es segura, lo cual lo podremos hacer si en la dirección web a la izquierda aparece un candado verde o la expresión “web segura”. Esto significará que, al momento de pagar, los datos de nuestras tarjetas bancarias estarán protegidos.

Si la página no nos da confianza o creemos que no es la original, lo mejor es pausar cualquier transacción hasta asegurarnos de que estamos en la web adecuada.

Utilizar una tarjeta no principal

Por lo general, utilizamos una tarjeta principal para nuestras compras o disposiciones de efectivo del día a día. Este «plástico» es común que esté vinculado a nuestra cuenta principal, donde recibimos nuestros ingresos y tenemos los recibos domiciliados.

No obstante, en el momento de comprar online no es aconsejable usar nuestra tarjeta principal. La razón, muy simple: en caso de que se filtren nuestros datos y alguien acceda a los de nuestro «plástico», podría emplear todos nuestros ingresos que tenemos en esa cuenta principal.

Por ello lo mejor es tener una cuenta corriente secundaria con otra tarjeta donde solo introduzcamos el dinero que tenemos pensado gastar durante un tiempo determinado. Así, si clonan nuestro «plástico», las pérdidas que podríamos tener siempre serán menores que utilizando el principal. Podemos aprovechar las cuentas de bancos online o digitales, ya que no suelen cobrar comisiones anuales y apenas piden requisitos para abrirlas.

Otra solución es usar otros métodos de pago como las tarjetas prepago o aplicaciones de pago como PayPal o similares, aunque debemos tener en cuenta que la mayoría de estos «plásticos» tienen un coste de recargo.

De todos modos, siempre es importante revisar los extractos de nuestras cuentas y tarjetas con regularidad para cerciorarnos de que hemos sido nosotros quienes hemos realizado todas las compras.

 

Fuente: Consumers Eroski

 

Suscríbete a nuestro boletín de noticias

Mantente informado de nuestras últimas noticias

Más artículos

Entradas blog

OBSERVATORIO NACIONAL PARA LA PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR

El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor recibió el premio anual que otorga el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo a las organizaciones sin fines de lucro, en la categoría Ministerio y Órgano sectorial, por la transparencia y rendición de cuentas practicadas por la institución.

Alertas de consumo

Chucherías picantes: ¿pueden perjudicar la salud de la población infantil?

Las chucherías picantes, con sabores dulces o salados, se van abriendo paso en los quioscos desde hace unos años y cada vez tienen más aceptación entre la población infantil. Esto es motivo de preocupación para madres, padres y otros adultos con menores a su cargo, que se preguntan si estos productos pueden afectar negativamente a la salud. ¿La comida picante es perjudicial para los niños? ¿Deberían evitarla? Si es así, ¿hasta qué edad?