A 69 AÑOS DE LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS, SE VIOLAN CON LA DESIGUALDAD

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Por: Altagracia Paulino

 

El próximo domingo, 10 de diciembre, se cumplen 69 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un esfuerzo logrado tres años después de haber finalizado la devastadora segunda guerra mundial.
Los protagonistas de esta declaratoria tuvieron como aspiración prolongar la paz, la cual se lograría en tanto y cuanto se reconocieran como derechos varias de las razones por las que se habían producido las guerras anteriores, incluyendo la lucha por la libertad de los esclavos y reclamos acumulados de los trabajadores y otras comunidades humanas sometidas a la opresión.
El preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es un reconocimiento a la humanidad, que hasta ese mandato, carecía de libertad, de justicia, de dignidad, pero sobre todo de paz.
Reconocieron que» el desconocimiento y el menosprecio de estos derechos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración mas elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias».
Un vistazo a esa declaración merece varias reflexiones: primero, reconocer el espíritu y la sensatez de quienes asumieron los principios, tan bien concebidos que formaron parte de un plan estratégico sin el cual la convivencia humana no sería posible; segundo, esta declaración ha servido de línea de base para que el desarrollo humano se fundamente en los principios originarios del documento firmado; y tercero, los derechos humanos son fundamentales e inalienables y podríamos definirlos como la Constitución de la convivencia de la humanidad.
El régimen de derechos consagrados en esta declaración, tal como lo proclama, debe ser protegido por todos los países firmantes. El 10 de diciembre de 1948, eran 56 miembros y solo se abstuvieron Sudáfrica, Arabia Saudí y la Unión Soviética.
En 69 años podemos evaluar como muy atinada esa declaración de los Derechos Humanos, aunque todavía hay zonas del mundo donde los seres humanos no están liberados de la opresión, ni de la tiranía ni siquiera de la esclavitud. Se ha producido una nueva forma de esclavitud, expresada en el hecho de que, para cubrir las necesidades básicas los asalariados deben trabajar horas extras porque los salarios no las cubren; todavía no se permite a plenitud la libertad de palabra y de creencias, pero sobre todo, la desigualdad que se amplía en el mundo desdice mucho de las aspiraciones de igualdad proclamada en la declaración.
La Educación como derecho humano fundamental se niega a las mujeres en zonas de África y en algunas culturas, igual que el derecho al trabajo y otras conquistas, las cuales se pretenden desconocer, como también la libertad sindical y de asociación que de manera sutil se les niega a los trabajadores.
Es necesaria una revisión de estos derechos para impulsar el desarrollo humano, económico y social que requiere el mandato expresado hace 69 años,que sigue anhelando el respeto a la dignidad de todos los seres humanos.

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